martes, 11 de enero de 2011

Bajo diez banderas

Tengo costumbre hacerme un regalito a mí misma por Reyes, normalmente un libro. El escogido este año, ha sido el libro "Bajo Diez Banderas".


Vi la película hace muchos, muchos años. Desde pequeña, creo que gracias a la serie La fuga de Colditz, me gustan las películas bélicas ambientadas en la II Guerra Mundial. Ésta me gustó, aunque no es de mis favoritas, sobre todo los dos personajes principales, auténticos caballeros.

Así que cuando leí esta noticia (y lo vi en el foro de los amiguetes), se me hicieron los ojos chiribitas. Me gusta el mar y recordaba al caballero que era el capitán alemán. Decidido. Ésa era mi elección. Me costó hacerme con él. Agotado en todas las librerías en las que pregunté, que no fueron pocas. Finalmente, me hice con él el sábado pasado. Me senté en una cafetería, con mi tesoro en las manos y comencé a leer.

Se me quedó el café helado, tan metida como estaba en la lectura. Desde el primer capítulo, me atrapó. Podía sentir el bamboleo del barco, mientras las olas del Mar del Norte barrían la cubierta. Y después... He vivido las tensas esperas oteando el horizonte en busca de una presa, la emoción de la caza, el olor a quemado de las presas capturadas, las preocupaciones del comandante y sus dudas, he presenciado cómo se hundían los barcos enemigos, las privaciones, las anécdotas... Todo. Una grumete zascandileando por las cubiertas del Atlantis, atenta al zafarrancho de combate para capturar un nuevo barco.
Y al leer el final del barco, al compartir la desesperación del comandante Rogge, al ver como su nave iba a ser hundida... se me han saltado las lágrimas.

Una lectura altamente recomendable sobre unos hombres que, sin olvidarse ni de la humanidad ni de la legalidad, cumplieron con su deber.

3 comentarios:

Fran dijo...

Explícame una cosa. El sábado por la tarde estuviste de farra y el domingo con los nanos, ¿cuánto te has leído 446 páginas? Me sorprendes.
No me llama mucho la atención la temática, pero le echaré un ojo a ver si me atrapa como a ti.

Turulato dijo...

Si mal no recuerdo, el comandante del Atlantis recibió algún tipo de reconocimiento del estado de Israel en atención a su comportamiento humanitario, por lo que este hombre tuvo que ser alguien extraordinario, ya que era un oficial de la Kriegsmarine.

Silvia dijo...

Fran, el transporte público de Madrid y las esperas hospitalarias, que dan mucho de sí.

No sabía lo del reconocimiento, pero sí que recibió de Hirohito una espada samurái por su captura de uno de los barcos, el Automedon. El barco iba cargado de correo secreto del Almirantazgo Británico, correo que fue enviado al Japón. Y que no fue juzgado en Nuremberg, por su comportamiento humanitario al mando del Atlantis.