miércoles, 29 de septiembre de 2010

Desde el pasado

La llegada de los peques a casa ha provocado que tenga que reubicar mis trastos.

Este fin de semana, en una de las cajas que aún no he visto dónde colocarla (que tengo que jugar al tetris con el espacio) apareció una vieja insignia de la Cruz Roja, de cuando pertenecía a sus Juventudes.

En mi barrio, cuando era niña, había un par de movimientos asociativos juveniles: el Movimiento Junior, vinculado a la Iglesia Católica y la Juventud de la Cruz Roja. Mis padres optaron por la segunda como el lugar en el que iba a pasar las tardes de los sábados (y muchos domingos).

Nunca les estaré suficientemente agradecida. Me encantó. Aprendí un montón de cosas divertidas y útiles y creo que contribuyó mucho a mi formación como persona. El tener que dejar de ir, por motivos de fuerza mayor, me resultó doloroso en su momento y en cuanto empecé a trabajar y a pesar de la mala fama que adquirió por una corruptela, contribuyo con lo que puedo a la organización.

Víctor, nuestro monitor, nos enseñó una canción, una especie de himno. Recuerdo una excursión a Cercedilla en la que la cantábamos a voz en grito mientras íbamos marchando por la Calzada Romana. Me acuerdo, salvo de un par de frases, a pesar de que han pasado más de veinte años. Supongo que hay cosas que se quedan grabadas y que procuras poner en práctica.

Servir es nuestro lema
y hacer un mundo mejor
la Juventud Cruz Roja
lo hará con el corazón.
No importan razas ni colores
ideas o religión,
unidos bajo el mismo signo
hermanos todos son.
No llores el pasado
lucha por el porvenir
la Juventud Cruz Roja
....
No importan razas ni colores
ni ideas o religión
unidos bajo el mismo signo
hermanos todos son.

2 comentarios:

Fran dijo...

Nosotros estamos pensando en meter al nano en algo por el estilo. Miraré a ver si hay algún grupo de Cruz Roja por aquí.

Poledra dijo...

Vaya recuerdos más bonitos,no??

Un abrazo