lunes, 26 de octubre de 2009

Tú eres muy tonta, ¿no?

Hace un rato estaba tomando un té en el bar. En la televisión estaban emitiendo Espejo Público.
Hablaba una señora (ignoro su nombre y cargo pues no prestaba hasta el momento demasiada atención) en nombre del Consejo Escolar de Cataluña.
Este organismo ha planteado un cambio en las vacaciones escolares y entre otras propuestas, la que más polvareda ha sido el cambio de nomenclatura de las vacaciones de Navidad y Semana Santa por los más laicos, vacaciones de Invierno y Primavera. Porque, según ellos, eso facilitaría la integración de los inmigrantes de otras culturas.

A mí me parece un poco absurda la propuesta, pues creo que hay asuntos más graves que tratar en la educación que ese, como la verdadera integración de los inmigrantes. Pero ya se sabe que, por estos lares, nos gusta disiparnos en tonterías y así nos luce el pelo.
Pero a mi compañera de barra, una conocida que es muy progre (término que no me gusta, pues no creo que se ajuste a la realidad, ya que se progresa con conocimiento no con adoctrinamiento) y muy guay, le ha parecido estupenda. Ha empezado con su discurso laicista, que en este país es sinónimo de anticatólico. Porque en todas las ocasiones que me ha tocado sufrir sus discursos, nunca le he oído mencionar la posibilidad de prohibir los hijab en clase, pero en cambio, sí los crucifijos. Cuando ha empezado a hablar de los bautismos civiles, yo me la he quedado mirando como si a mi lado estuviera E.T., lo que ella lo ha interpretado como interés por mi parte.

Inciso. Una advertencia que he hecho muchas veces a quien trata conmigo de modo habitual: Si no quieres saber mi opinión, no me preguntes. Y si te digo "¿De verdad quieres saber mi opinión?" sospecha que a lo mejor no te gusta y no insistas. Pero si insistes, jódete. (Perdón por lo soez de la expresión).

Sé que no es la mejor forma de empezar un argumento, pero me ha salido del alma un "Tú eres muy tonta, ¿no?". Podría excusarme diciendo que me he levantado con dolor de cabeza, pero realmente es que estoy harta de aguantar tanta sandez (antes de que alguno lo diga o lo piense, que sí, que soy una facha, que ya me lo han dicho esta mañana).
Tú puedes llamar a la celebración civil del nacimiento de un niño de muchas maneras, ¿pero por qué bautismo? Hasta yo que soy de ética, sé que el bautismo es un acto religioso, un sacramento ligado a la religión cristiana (aunque no exclusiva de ésta). ¿Entonces? O es muestra de una ignorancia supina o es otra falta de respeto más.

El enfrentamiento de esta mañana me ha recordado a un enfrentamiento que tuve hace algunos años con una persona a raíz de un móvil y una visita en una iglesia.
Por más que pasen los años, sigo sin entender esa inquina hacia la Iglesia Católica y esa "tolerancia" que te lleva a atacar a tu enemigo con las mismas armas que tanto denostas, en una moderna y laica Inquisición.

4 comentarios:

Blas de Lezo dijo...

Ando leyendo estos días un libro en el que se habla del posmodernismo, las deconstrucciones sociales y rollos de tal guisa, que me apetecía salirme un poco de lo que uno siempre anda leyendo y me acabo de encontrar con argumentos en tu reflexión que me llevan a ese libro.

Andamos en esta "progresociedad" disfrazando con palabras un deseo innato por alcanzar nuestra propia negación. Aquí tienes a alguien que no es creyente y de tal cosa convecido hasta las trancas; pero si algo tengo claro es que esto de la progresía no es mas que falacia inundada de palabras vacías de contenido con gran sonoridad que acabarán por anular a los que las pronuncian (algo que no estría nada mal) pero que nos anularán a nosostros también. Aún peor, acabarán por hacernos decir cosas y sintir cosas que nunca hubieramos imaginado.

Por eso creo que los complejos antes los progres y antes los retrogrados, los mínimos pues si les damos paso y volumen este mundo acabará por partirse en dos enfrentado entre los dos flancos y aun peor obligándonos a elegir bando.

Si, son tontos y esa mujer también.

Un beso, Blas

Fran dijo...

¡Cómo te va la marcha, rubia!
Lo de cambiar el nombre a las vacaciones me parece una imbecilidad mayúscula, pero como dices, aquí nos gusta disiparnos.
Mientras seguimos con las tonterías, nuestro sistema formativo cada vez es más lamentable.

Turulato dijo...

A mis años y después de lo vivido, estoy absolutamente seguro de tres cosas. Solo de tres.

No tengo ni idea de si en vida recibimos algún beneficio por lo que hacemos bien (¡ojo!; no bueno, sino bien hecho).

Pero he comprobado siempre que se pagan todos y cada uno de los errores.

La vida juega a largo, nunca a corto. Rosebud..!

Turulato dijo...

He partido mi comentario a propósito. Antes manifesté la idea, ahora la conclusión.

España ha salido de la dictadura en estado infantil y con sus jefecillos copiando por instinto el estilo dictatorial que les precedió.

Sus ciudadanos, acostumbrados a que les marquen el camino, todavía no se han decidido a asumir su futuro, cumpliendo sus obligaciones y exigiendo con fuerza lo que les interesa, de manera que siguen comportándose como con Franco: depositan en el caudillito de turno que les cae bien su futuro, con independencia de que este les de por el mismísimo culo.

Y como la sociedad es la suma de los ciudadanos, la española es inmadura e infantil. Y actúa en consecuencia, cual tierno infante de primaria: ¡El profesor me tiene manía; yo soy bueno!.

Solo falta identificar al profesor.. Todo aquel que nos exige, nos dice las verdades y nos canta las cuarenta.

¡¡A por él. A degüello!!. ¡Solo queremos jugar!. Peter Pan forever!