miércoles, 26 de septiembre de 2007

Abuelillos

Este sábado empieza en Madrid los viajes del IMSERSO y en estos días previos suelo tener la oficina llena de abuelillos (que nadie se lo tome despectivamente, que es un término cariñoso).

La mayoría son un auténtico encanto. Hay otros a los que te entran ganas de estrangularles...(Pero afortunadamente, son los menos).
Muchos de ellos se sienten solos. Perdieron a su cónyuge o los hijos volaron del nido. Así que cuando vienen, me preguntan, charlan un poquito conmigo, me cuentan algo de su vida, se desahogan...

Es algo que no me importa. Cuando trabajaba como guía acompañante para una mayorista, cada vez que había un grupo de jubilados (o con muchos niños) me tocaba a mí, porque mi jefe decía que tenia mano. Y es que era muy divertido. Con los nanos me suelo tronchar de la risa y con la gente mayor, aprendo de ellos y de sus vivencias y me suelen tratar con mucho cariño.

Estos días, por estas personas que se están cruzando en mi vida, estoy recordando con mucho cariño a otras que se cruzaron en el pasado y los buenos (y no tan buenos) recuerdos que me han dejado.
La verdad es que no me puedo quejar, porque en este aspecto, tengo bastante suerte...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Con los abuelillos, no sé, pero doy fe de que con los niños tienes mano. Aunque me imagino que será igual con los abuelillos.
No sólo en ese aspecto tienes suerte. Eso sí, cuando empieces a tener suerte en cosas como la lotería, dímelo y jugamos a pachas.
Un abrazo

Ana María dijo...

Nena yo tengo a cinco, te los puedo prestar por una temporada :).

Anónimo dijo...

Disfruta de estos clientes, que falta hace, para cuando lleguen los "plomos".

Besos

Vitore dijo...

No me digas que eres de esas que te sientas tranquilamente en el autobus y se sienta un abuelillo o abuelilla a tu lado y te cuenta sus "batallitas". A mi me pasa, pero la campeona del mundo de eso es mi hermana. Un besito.

Silvia dijo...

Este año, que ha sido el que más abuelillos he tenido, han sido casi todos majísimos.

Vito, en el autobus, en el metro, en la cola del supermercado...
A veces es divertido.

Besitos