jueves, 5 de abril de 2007

Festivo laborable

Trabajar cuando es festivo en tu localidad (o en tu país, pero no lo es en el de tu cliente principal), tiene sus ventajas.

Puedo venir a la oficina en vaqueros o chándal y deportivas; tener la música a todo trapo; trastear en los ordenadores y al no tener que atender a ningún cliente "de calle" (en teoría) me cunde más el trabajo. Tanto es así, que esta mañana, como acabé pronto, me lié la manta a la cabeza y me dió por limpiar los cristales del escaparate (gracias al cielo que no ha llovido).

También tiene sus desventajas.
Cuando casi todos tus amigos se van de puente, casi siempre te toca quedarte de guardia (aunque yo lo prefiero, que no me gustan las aglomeraciones), no tienes a los vecinos de local para salir a tomar el sol y de charleta, se hace algo pesado en ocasiones, cuando suena el teléfono (y no es de Portugal), sabes que es un problema y están los típìcos pesados que como tienen el día libre y no saben que hacer, pues vienen a darme el coñazo.

Cierre metálico a medio abrir. Puerta cerrada. Entra uno de los pesados y antes que nada, planta los dedazos en el cristal de la puerta (le miro con mala cara, que me habían quedado los cristales como los chorros del oro)
Pesado - Quería mirar un billete a...
Yo - Lo siento está cerrado.
Pesado - Ya, pero es que quería mirar un billete a... (tono de fastidio en su voz)
Yo - Lo siento, es festivo y está cerrado. Venga el lunes, por favor.
El pesado me mira con mala cara y se gira para irse.
Yo - Tenga cuidado...CLONG (se ha dejado las neuronas estampadas en el cierre) con el cierre al salir.

Y otra desventaja es, que al estar relajada, te da por hacer el ganso y te acaban pillando. Como esta tarde, que estaba yo tan feliz cantando (si al crimen que yo perpetro se le puede llamar cantar) usando el bolígrafo como micrófono y ha llamado a la puerta, Pedro, uno de los vecinos. Y de repente, he notado como mi piel, de natural blanquita, ha ido adquiriendo un color carmesí que me ha llegado hasta la raíz del pelo ante la sonrisa de Pedro. Todo hay que decir, que en cuánto se ha ido, he bajado un poco más el cierre y he vuelto a mi concierto.

Están divertidos estos días...

4 comentarios:

Silvia dijo...

La mayoría no son así, pero es que algunos creo que tienen un poco "trabucados" conceptos como "abierto/cerrado".
Yo creo que mis vecinos piensan que estoy un poco "p'allá", pero que soy inofensiva.
Besos

Turulato dijo...

Primero, la escenificación de "Los Tres Cerditos" y ahora "Operación Triunfo"..
No se como, pero quiero verlo.

Silvia dijo...

Bueno, Turu, lo de "Los tres cerditos" es más fácil que lo de OT. Y es que aunque hay quien dice que tengo una voz bonita, canto fatal y cuando lo hago, lo hago cuando estoy sola o con unas cuántas copas de más en el cuerpo.
Un besito

Anónimo dijo...

Lo que no entiendo es porque siempre acabas pringando tú y quedándote de guardia. A tí te va la marcha, ¿no?
Silvia, tienes una voz bonita lo que no tienes es oído para el canto.
Turu, yo he disfrutado del cuento y la he visto cantar. Que no lo hace tan mal (y sí, su voz es bonita) y sobre todo, se lo pasa tan bien que compensa algunos gallos.
Besos