miércoles, 7 de junio de 2006

Sueño

Cuando me desperté, hace algo más de dos horas, me levanté a por agua y pasé frente a la habitación de mis padres.

La puerta estaba abierta y allí estaban los dos, durmiendo cuan angelitos, abrazados el uno al otro. Me quedé unos instantes en el quicio de la puerta, observando sus sueños. La respiración suave de mi madre como contrapunto a los ronquidos de mi padre, la forma en que se acoplaban sus cuerpos y la serenidad de sus rostros. Sonreí, cerré la puerta y tras esta intrusión, regresé a mi habitación.

Me siento una intrusa cuando observo a los que quiero dormidos, pero es algo no puedo evitar.

Se relajan sus facciones. Las arrugas de preocupación en sus rostros se atenúan e incluso alguno sonríe mientras disfruta del merecido descanso. Algunos adoptan una postura y se quedan ahí, inmóviles como cadáveres hasta que renacen por la mañana. Otros, pasan un buen rato batallando hasta que encuentran su lugar. Su respiración se va relajando poco a poco y la cadencia rítmica, logra que poco a poco vaya relajándome yo también. Observo y me pregunto sobre que estarán soñando y si son felices mientras lo hacen. ¿Estaré yo en sus sueños?

Y en la complicidad que da la noche, como para pedir perdón por mi intrusión, una caricia o un beso leve antes de retirarme yo también a los brazos de Morfeo.

5 comentarios:

Ana María dijo...

Nena, ¿no te parece demasiado estar también en los sueños de tus padres? :).

Es una broma, es que a veces se cansa uno tanto de los hijos....ya, ya sé que los hijos también se cansan de los padres :).

Un abrazo y tu sigue soñando :)

Silvia dijo...

Maru, es que a ver si así, en sueños, les acabo convenciendo de que se casen y se independicen. Pero ni por esas, ¿eh? :-P

Un abrazo guapa

Silvia dijo...

Dia, si lo logro, no te preocupes, lo compartiré con el mundo :-P
Y mira que lo tenía casi conseguido pero nació mi sobrina mayor y se 'escoñó' el plan, que siendo abuelos, no querían irse lejos. Y cuando nació mi otra sobrina, se fue todo el plan al garete.
Pero yo no desespero y sigo intentándo que se independicen, que ya tienen edad jejeje

Anónimo dijo...

Hay veces en que no te contentas con observar y haces fotos a los durmientes. ¡Bicho!.

Lograste que se independizaran tus hermanas y si persistes, seguro que acabas convenciendo a tus padres de que se muden a Portugal. O no sé yo si al final te acabarás yendo tú a Lisboa.

Besos leves

Silvia dijo...

Ya sabes el proyecto que tiene Marco en mente y para el que ha pedido mi colaboración... No va a volver a dormir en los fam trips ni el gato :-)

Sabes que irme a vivir a Lisboa o a cualquier otra ciudad cercana al mar, es algo que no me desagrada en absoluto y que no descarto.

Un abrazo