martes, 14 de marzo de 2006

Juegos de rol



Cuando dices ‘soy jugadora de rol’, generalmente, la primera reacción de tu interlocutor es poner una expresión de alarma y decir ‘¿Eso no es lo de los asesinatos?’. Si tengo la suficiente confianza con esa persona y la veo receptiva, empiezo una explicación de lo que son los juegos de rol (explicación que me voy a ahorrar aquí y os mando a la que hizo Blagdaros en esta página).

Hay veces en las que le invito a participar en una partida (aunque sea como espectador) y les recomiendo que se lean el artículo de Pérez Reverte “Homo Ludens” (lo podéis encontrar en la página de Dianora, en los artículos de “El Semanal” del año 1.994).

La verdad es que ese artículo fue uno de las pocos que salieron en defensa de nuestra afición ese año. En abril, se cometió el mal llamado “asesinato del rol” y ciertos programas de televisión se cebaron con nosotros en una auténtica caza de brujas. Recuerdo que en un programa de Nieves Herrero salió una imagen de una “partida” (o la visión que tenían ellos de una partida) todo oscuro y tétrico (que no me explico como podían ver siquiera los dados con tan poca luz) en la que junto a los dados, las fichas y los lápices, salía un cuchillo de carnicero que habría sido la envidia de Norman Bates. Cuando en mi casa lo vieron, se asustaron (yo llevaba jugando muy poco) y me dijeron que si eso era cierto. Creo que mi respuesta de entonces fue algo del tipo “pues el cuchillo como no sea para cortar jamón...” y me decidí a montar unas partidas en la biblioteca de mi barrio para que vieran que era algo inocuo.

Ahora parece que las cosas están mal calmadas (aunque de vez en cuando, aún se apunta en la prensa a los roleros como responsables de actos vandálicos) y aunque haya gente que te sigue mirando 'raro', en cuanto les explicas un poquito lo ven como lo que es. Una afición más, completamente inocua y con la que pasas momentos muy divertidos.

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