sábado, 4 de febrero de 2006

Hero



Cuando fui al cine a ver esta película, la única referencia que me habían dado es que se parecía a “Tigre y Dragón” y como ésta me había gustado mucho, decidí ir a verla.
A los cinco minutos de comenzar la película, yo ya me sentía atrapada por ella, en gran medida gracias a la música de Dun Tan. Mientras oía de fondo las quejas de algunos que pensaban que iban a ver la última de tortas de Jet Li, yo disfrutaba de la belleza de las imágenes que me tenían extasiada y que hicieron que en más de una ocasión se me saltaran las lágrimas.

Hero (Ying Xiong) no es la típica película de artes marciales, tipo Steven Seagal o Jackie Chan, sino una muestra de wuxia“, a la que Yimou le añade poesía con su el uso de distintas gamas cromáticas durante las distintas escenas para contarnos una historia sobre el sacrificio personal en aras del bien común.



La historia se sitúa en la China hacia el final del período de guerras entre 481 y 221 a.C., Una China dividida en siete reinos inmersos en un gran conflicto por la supremacía. El rey del Norte, Quin, intenta unificar todos los reinos bajo su mandanto. Los otros reinos le envían poderosos asesinos, Espada Rota, Nieve y Cielo. Sin nombre, un humilde funcionario, entrega al emperador las armas de los tres asesinos y comienza el relato de como los venció.

El primero combate es con Cielo. Su derrota es la más sobria. Toda la escena se basa en la gama de los grises (salvo el traje de Cielo) pero tiene un elemento que me encanta. Durante gran parte del combate se oye tocar a un músico ciego y los movimientos están coreografiados a son de esa música.



Para el encuentro con Espada Rota y Nieve, usa distintos tonos de rojos y anaranjados. La pasión que sienten Espada Rota y Nieve, la agresividad que subyace en su relación, los celos…todo queda perfectamente contado con el uso del color.



Y para el combate entre las dos mujeres que se disputan el amor de Espada Rota, Luna y Nieve, usa los tonos amarillos. Un combate que es un baile en el que las hojas del bosque forman parte de la coreografía.



Después de que el guerrero acabe con su historia, llega la “versión” del emperador, en tonos azules que transmiten armonía y transparencia. Y con esos mismos tonos azules, llegamos en mi opinión, al combate más bello de la película. Un combate imaginario que enfrenta a Espada Rota y al protagonista, en un paisaje de ensueño. Un lago de aguas cristalinas que reflejan las montañas que lo rodean sirve como marco incomparable para esa “danza” que se marcan en honor a Nieve.



Después llega la tristeza representada por el blanco (color del luto para los chinos). Ese cromatismo se ve roto por un flashback en tonos verdes para ver el inicio de la relación entre Espada Rota y Nieve, unidos por la furia para asesinar al emperador (leí en algún sitio que el verde es color que representa la ira para los chinos y no es considerado como un color de buena suerte) y su intento frustrado de asesinar al emperador. Y al regresar al presente y a los tonos blancos, la tristeza de Nieve que no comprende la decisión de Espada Rota, el sacrificio de ambos...



Y al llegar al final y aunque predominan los tonos oscuros (la multitud de funcionarios enfundados en sus trajes negros que graznan sobre el destino de Sin Nombre), hay un crisol de colores: el rojo del ideograma que dibujó Espada Rota, el azul de las paredes desnudas del palacio, el rostros antes apagado de Sin Nombre lleno de vida, la lucha entre Espada Rota y Nieve, el dolor de Luna al perder a su amor y maestro...



Aunque he divagado sobre el aspecto visual de la película, quedan muchos más detalles que me dejo en el tintero (como el tratamiento de las escenas de multitudes como en la llegada de Sin Nombre al palacio o el ataque del ejército imperial a la escuela de caligrafía) pero creo que ya he reventado la película bastante.

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